Friday, January 28, 2005

¿Quién PISA a quién?

El informe PISA ha sacudido el entorno educativo con una intensidad vesubiana. Los resultados de las pruebas que se realizaron a varios miles de estudiantes de secundaria han arrojado unas conclusiones francamente desoladoras. Los estudiantes no leen, no tienen interés por aprender, no tienen eficacia en la resolución de problemas y sólo aprovechan aquello que les puede ofrecer un beneficio inmediato.

El miércoles por la noche Pedro Piqueras reunía en su programa a un grupo de tertulianos que sometieron este tema a debate. Una vez más contemplo cómo se vuelve a politizar algo tan importante como es la educación de nuestras más tiernas generaciones. Y aparece la religión como manzana de la discordia. Para completar el cuadro me encuentro en internet con la página de una organización que propone un boicot en toda regla contra todas las empresas que conforman el grupo Prisa, una de las cuales es una conocida editorial de libros de texto. Mencionando la intolerancia que ha demostrado el actual gobierno contra la Iglesia católica, se recomienda encarecidamente que ningún profesor utilice textos de la "demoniaca" editorial. ¡Eso sí que es tolerancia!

Nos estamos volviendo locos. ¿Qué importa que ninguna opción política se haya tomado en serio la situación de los profesores, el bajo nivel de los alumnos y la tremenda separación entre familias y escuela? ¿De qué sirven todos los informes Pisa que se puedan realizar si al final volvemos a la guerra por el voto fácil y a las demagogias propias de patio de colegio?

Se merecen un suspenso, señores. Ambas partes: aquellos que buscan el aplauso fácil y borreguil con políticas pseudo-progresistas y aquellos que se agarran a los argumentos más rancios y trasnochados haciendo oidos sordos a los que, manteniendo nuestra fe, intentamos avanzar respetando la pluralidad y la libertad.

Entonemos el "mea culpa" porque seguimos viendo la paja en el ojo ajeno e ignoramos la viga en el nuestro. Dejemos ya de PISARNOS unos a otros.